PRECIOSA SEMILLA

El ministerio del profeta Sofonías fue para un momento clave, donde el llamado de Dios al pueblo era a buscarle y a un verdadero arrepentimiento, para evitar esos juicios y castigos de Dios, ellos debían acercarse a Dios, en su libre albedrío no quisieron y vino la destrucción; El Señor les señala los 4 pecados fatales que acarrearían toda la inminente destrucción e ira de Dios, hoy somos nosotros los que tenemos la oportunidad de "ser guardados el día del enojo de Jehová" (Sof 2.3). Este audio es la primera parte de una serie que con la ayuda de Dios continuaremos la siguiente semana. Te invito a oír este podcast de la Palabra de Dios: Querido amigo, una vez has escuchado este mensaje, el llamado de Dios sigue estando ahí para ti. Si quieres hacer una oración de fe para recibir a Jesucristo como tu Señor y Salvador puedes hacer la siguiente oración. Pero te advierto: De nada servirá si no la haces con fe en tu corazón. Señor Jesús, reconozco mi condición de pecador, reconozc...

Cuando comenzamos a correr esta carrera, el camino cristiano pensamos que llegaremos pronto a la meta (la efectiva salvación eterna); pero a medida que vamos avanzando aparecen obstáculos en la carrera y esos obstáculos pueden hacernos pensar que ya no vale la pena luchar, que hasta ahí hemos llegado, que ya no llegaremos a la tierra prometida sino que quedaremos postrados en el desierto; esos obstáculos o dificultades hay que saberlos afrontar, se afrontan fortaleciéndonos en Dios y mirando la meta, lo glorioso del premio. "Tus ojos miren lo recto, y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante." Proverbios 4:25. Son momentos difíciles, muy duros para todos, y especialmente para el pueblo de Dios, pero no desistamos del supremo llamamiento, pues ya el Señor ha hecho provisión divina en la cruz para que alcanzáramos la victoria en Cristo Jesús. Te invito a oír el siguiente audio: Querido amigo, una vez has escuchado este mensaje, el llamado de Dios sigue estando ahí par...

Hay ocasiones, totalmente humanas, en que podemos sentir temor, podemos desalentarnos a testificar acerca de Dios y callar; puede ser por la opocisión, las luchas, los obstáculos, o aún las faltas propias que nos detengan de predicar la palabra del Señor, de evangelizar, de no realizar la obra que Dios ha puesto en nuestros corazones y aún rehusarnos al propósito de Dios con nuestras vidas. No es tiempo para huír como Jonás sino levantarnos y disponernos en las manos de Dios. El Señor le dijo a Jeremías: " Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. " (Jeremías 1.7), tiempo después le dice al mismo instrumento: " Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. " (Jeremías 15:19). ¿Y tú, qué excusa tienes ante la orden de Dios? ¡Habla y no call...