¿Quién no ha perdido algo alguna vez? Todos hemos sentido el sin sabor de perder algo en algún momento, desde pequeñas oportunidades que miramos con el pesar de haberlos perdido, hasta cosas valiosas como una familia, el gozo, la paz, el irrefrenable tiempo y en fin. Lo alentador de Dios es que Él restituye aunque lo que hayamos perdido sea mucho, incluso todo, como es el caso de la historia que veremos a continuación, una restitución de Dios precedida de la fe a la indicación de Dios, y la paciencia para esperar en sus tiempos perfectos. La invitación hoy es a que acudas a Dios si aún Él no gobierna tu vida, pues Él ha dicho "Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros." (Joel 2:25) Te invito a oír este podcast de La Palabra: Querido amigo, una vez has escuchado este mensaje, el llamado de Dios sigue estando ahí para ti. Si quieres hacer una oración de fe para recibir a ...
¡BIENVENIDO! El Señor te bendiga grandemente. En este blog encontrarás el consejo de Dios para tu vida. Disfruta de las dos categorías: "INCONVERSOS" para los no creyentes; e "Iglesia de Cristo" para los que andan en el glorioso Evangelio de Jesucristo.